Un personaje (parece hombre, pero no
demasiado masculino) mira al frente, en una posición de absoluta libertad y
despreocupación… hace sol, es un día
precioso; viste con colores muy alegres. Es un soñador, un bohemio, inocente…
casi adolescente. Es el origen del tarot (el “camino del Loco”) un nacimiento
cargado de ganas y sin pensar mucho más allá ya que no tiene ataduras de ningún
tipo.
No tiene expectativas fijadas ni seguridad
en el camino, sólo piensa en disfrutar del camino. Es joven, lleva todo lo que necesita encima: lo
material (el saquillo con su equipaje) y la belleza o riqueza interior (la flor
que observa)
Pero… ¿Es consciente de que está al borde de
un abismo? El perro (la realidad, lo práctico, la disciplina y responsabilidad)
parece que lo avisa pero… ¿Lo oye? El entusiasmo es bueno, pero a veces puede
llegar a cegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario