miércoles, 20 de abril de 2016

9 EL ERMITAÑO, INTRODUCCIÓN









Aunque esta carta suele costar mucho en las interpretaciones noveles, en realidad es bastante significativa a simple vista y en su propio nombre.
Un hombre anciano, quieto, con la cabeza baja que alumbra con un candil el camino. La inteligencia que da la experiencia y el pensar con madurez hacen que las cosas se vean con más luz muchas veces… La edad y la soledad pueden parecer atributos negativos, pero en el personaje del ermitaño, siempre acaban sacando su lado más productivo y a nivel mental, de grandes pensamientos profundos o de filosofía.
Al anciano a lo mejor le cuesta andar de prisa, pero seguramente no se caerá porque puede ver el camino y analizarlo mucho mejor que alguien joven.

PALABRA CLAVE: PENSAMIENTO



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