Esta carta está llena de simbología y quizás
es una de las más evidentes ya que en ella vemos en primer plano a un auriga
coronado y con báculo de poder que parece que puede dirigir el carro que monta
en cualquier momento y, efectivamente, está a punto de dar la orden de
arranque.
Otra palabra clave que podría haber elegido es
control, ya que el hombre lo tiene todo controlado, no parece que nada se le
pueda escapar de las manos. En realidad el “arranque” del carro es controlado
siempre, no es “a lo loco”.
Con respecto a la vestimenta del auriga,
destacan las lunas de sus hombros (cambiantes como la naturaleza humana) y el
cuadro de su pecho (más firme y estable). Rider White sustituye los caballos
por esfinges (cada una de una naturaleza diferente pero complementarias que
hacen uno como el ying y el yang) para aportar misterio y a la vez naturaleza
más humana (el personaje no es un sabio, ni un iluminado, ni un rey… es una
persona “normal”) Se puede decir que el carro no es el loco, el carro controla…
pero tampoco es el mago, no tiene la suficiente inteligencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario